Tener una noción sobre nuestros dispositivos y su funcionamiento puede tener como resultado que alarguemos y mantengamos la calidad de vida de este. Cuando se trata del aire acondicionado, estamos hablando de un aparato que se ha vuelto casi un estándar en cada hogar o espacio cerrado.
Pero más allá de sus funciones que nos permiten regular la temperatura de nuestros espacios, ¿cuál es el proceso que se necesita para que esto suceda y en qué consiste?
¿Cómo funcionan los aires acondicionados?
El proceso de funcionamiento del aire acondicionado comienza con su unidad exterior donde está el motor de compresión, cuya función es comprimir el gas. Tras la compresión, el gas se transforma en estado líquido, lo que resulta en un notable aumento de temperatura. Posteriormente, el gas comprimido se impulsa hacia el condensador.
Aquí es cuando comienza el subenfriamiento, robando el calor del gas líquido. A medida que se elimina el calor, el gas líquido comienza parcialmente a pasar a estado gaseoso. Por lo tanto, lo que llega a la válvula de expansión es una mezcla de gas entre el estado líquido y el gaseoso. Al pasar por esta válvula y disminuir la presión, el líquido se convierte en gas, liberando así el gas a una temperatura fría.
Cuando el gas pasa por la válvula de expansión, su presión y temperatura disminuyen, y luego se dirige al evaporador en la unidad interior. Aquí, el aire sale a una temperatura fría, extrayendo el calor del gas refrigerante presente en el dispositivo. De esta manera, el calor extraído de la habitación por medio del gas es absorbido por el compresor, lo que permite que el gas refrigerante regrese a la unidad exterior para continuar con el proceso de refrigeración.
Tips para un funcionamiento eficiente
Alarga la vida de tu aire acondicionado con los siguientes consejos para su cuidado y mantenimiento:
- Lee el etiquetado energético
Antes de adquirir un equipo, es recomendable revisar su clasificación energética, consumo de energía y diferencias entre modelos. Esto te permitirá tener una idea del consumo anual de energía esperado, ayudándote a tomar una decisión informada sobre qué modelo elegir.
- Cuida tu equipo del sol
Al colocar nuestros aparatos, lo óptimo será posicionarnos en un lugar donde no les dé el sol directamente. Sin embargo, si esto no es posible, cuidar del aire acondicionado cubriéndolo con un sistema de protección solar, hará que el aparato se enfríe a una buena potencia.
- Mantener la temperatura en modo frío entre 25º o 26º
Dado a la rutina que se tiene en condiciones climáticas de calor y la adaptación del cuerpo a esta. Mantener nuestra la temperatura entre 25º o 26º es suficiente para nuestros espacios, sin embargo si estos grados por alguna razón no se acoplan al día, lo que no hay que olvidar es que no se debe bajar a menos de 12º dado que cada grado que bajes implica un aumento en tu consumo y del gasto. Recuerda que es más efectivo enfriar la casa gradualmente y mantener una temperatura estable a derrochar energía.
- Usa lo que ya tienes a tu alcance
La ventilación natural nunca vendrá mal, aunque sea menos controlable que un aire acondicionado, aprovechar de las horas frescas que se tiene el día o noche para ventilar la casa no solo nos ayuda en ahorro de energía sino también en dejar descansar las unidades del aparato.